jueves, 17 de junio de 2010

Actividades integradoras y evaluación.

El contexto demanda que nuestros alumnos tengan las competencias necesarias para hacer frente a la complejidad que representa el relacionarse e interactuar en diferentes ámbitos y situaciones. Difícilmente se podría afirmar que lo que se vive en lo local, estatal, nacional o internacional son hechos aislados o desvinculados, poco a poco se ha interiorizado el significado de la globalización. Los problemas que a diario nos enfrentamos requieren de actuaciones estratégicas para reconocer, representar y dar solución a cada situación planteada.

No es favorable tratar de responder por separado las preguntas que se nos presentan, se sugiere una visión integradora que potencialice el pensamiento, que genere ambientes acordes a los requerimientos con la finalidad de visualizar las interacciones, las retroacciones entre las partes que se integran dentro del todo, para estimular el pensamiento multidimensional.

Un aspecto relevante en la realidad es la evaluación que hacemos sobre los hechos. Continuamente se hacen valoraciones y se toman decisiones, sobre la profundidad llevada a cabo, las actividades que se emprenden determinan el cumplimiento o no de las expectativas.

Dentro del ámbito educativo, desde las competencias, la evaluación es una fase que requiere de innovación, de redimensionar su utilización. De acuerdo a las lecturas de la especialidad, para una intervención exitosa hay que desarrollar operaciones de ordenación, jerarquización, comprensión, análisis y representación de situaciones que involucren incertidumbre e imprecisión (Ruiz: 2010; pp.37-39). Por lo tanto es necesaria una visión cualitativa-formativa, que permita más que medir resultados, conocer los procesos y logros alcanzados a partir de evidencias palpables que manifiesten lo construido, considerando debilidades sobre las que habrá que realizarse un nuevo plan de retroalimentación.

Trabajar la solución de problemas como actividad que potencializa procesos cognitivos requiere de una planeación adecuada que delimite lo más preciso posible la mediación del docente. A través de la problematización se buscan posibles soluciones, y con ello poder inferir el proceso de construcción personal del modelo interno del problema, así como la forma en que se ordena y organiza. Existen varios modelos que ilustran la resolución de problemas. Polya por ejemplo sugiere cinco fases: el planteamiento del problema, entender el problema, realizar un plan, ejecutar un plan y regresar al planteamiento. Schoenfeld presenta: plantear el problema, analizarlo, diseñar un plan de acción, implementarlo, verificarlo y evidenciar la solución verificada.

Como ya se ha mencionado anteriormente, la evaluación es el eje de la programación didáctica, desde la propuesta que se viene trabajando se realiza sobre una actividad integradora. Las tareas integradoras son el objeto de evaluación, permiten ubicar el nivel de las competencias establecidas, cómo se articulan y aplican los aprendizajes construidos. Sus principales características refieren a que deben ser: construidas, inéditas, abiertas, interactivas, finalizadas y complejas.

Complejas: Abordar ejes de significación y sus múltiples dimensiones que integren en una sola actividad el saber hacer, el saber ser, y convivir, en una actuación de recursos internos (competencias) y externos (contexto) de los estudiantes. Desempeños que pongan en juego recursos intelectuales, afectivos y actitudinales.

Finalizada: Concebirla en relación a lo contextual o epistemológico, orientada hacia la acción, real o simulada pero respondiendo en todo momento a un objetivo concreto englobado en la competencia, sobre el cual se organiza la enseñanza.

Interactiva: Sobre el contexto sociocultural, la tarea y los objetivos le dan dirección a los recursos y su organización.

Abierta: Refiere a la flexibilidad como condición que permite la reorganización y resignificación espontanea y no programada que dé margen a la incertidumbre y a posibilidades alternativas.

Inédita: La tarea invita al alumno a encontrar nuevas vías de solución, generando un pensamiento más productivo, no se trata de memorizar procedimientos aplicando mecánicamente lo aprendido, sino de enfrentar a los alumnos a reflexiones nuevas no predecibles.

Construida: Implica buscar y reorganizar información, estructurarla a partir de las variables que intervienen, estableciendo un diálogo entre la realidad y el estudiante.

Los problemas ayudan a identificar, analizar, elaborar y solucionar situaciones relacionadas con diferentes áreas del saber, a partir de resolver un problema se pueden desencadenar acciones, reflexiones, estrategias y debates. El resumen que se presenta permite reconocer el potencial creativo que representa solucionar problemas y su evaluación por medio de actividades integradoras, es el fundamento que justifica la elaboración de proyectos en los cuales tanto los alumnos como los docentes aprendemos de manera conjunta.