martes, 20 de julio de 2010

El currículum desde la concepción de la formación.

Formación basada en competencias

Centrada en el aprendizaje
Centrada en la resolución de problemas a través del desarrollo de competencias
Énfasis en el proceso y valoración de resultados
Evaluación cuali-cuantitativa
Actividades y contenidos acorde a las habilidades y competencias
Desarrollo integral de los alumnos
Evaluación por medio de actividades integradoras e instrumentos de evaluación elaborados para valorar evidencias de desempeño
Considera los intereses y necesidades de los alumnos
Aprendizajes vinculados al contexto
Trabajo transversal para el desarrollo de competencias en las asignaturas
Aprendizaje mediado y construido sobre el desarrollo de habilidades del pensamiento
Evaluación en sus diferentes momentos inicial, procesual y sumativa
Participación activa de todos los participantes en la evaluación, autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación
Gestión del conocimiento por parte de los alumnos y docentes
El docente diseña ambientes de aprendizaje
El docente promueve la autonomía, la reflexión y la investigación
Apoyo en material didáctico y tecnología
Formación para el trabajo y para la vida


Formación basada en el modelo tradicional

Centrada en la enseñanza
Centrada en los contenidos
Énfasis en los resultados
Evaluación cuantitativa
Contenidos y actividades determinados por los libros (libro del maestro)
Formación por aspectos en el alumno
Evaluación por medio de exámenes
No considera las necesidades e intereses de los alumnos
Aprendizajes desvinculados del contexto
Se trabaja de forma aislada cada materia
Aprendizaje dirigido por el docente de manera memorística
Evaluación sumativa final por parte del docente
El conocimiento lo tiene el docente y se lo transmite a los alumnos
El docente planea actividades
EL docente genera alumnos dependientes, poco participativos.
El libro como único recurso de apoyo en la clase

Fundamentación teórica

En los diseños curriculares una parte crucial para su elaboración es tener claridad sobre el enfoque de referencia desde el cual se estructurará el programa de formación y la identificación de competencias que correspondan al perfil de egreso, al contexto e infraestructura curricular. De acuerdo a la lectura del módulo tres, el diseño de la planeación y del currículo debe integrarse desde una aproximación modular que permita modificar las estructuras de los alumnos a través de situaciones que estimulen la capacidad de adaptación crítica al cambio, el desarrollo del raciocinio, la comprensión y la solución de situaciones complejas mediante la combinación de conocimientos teóricos, prácticos, experiencias y conductas.

Desde lo académico el programa modular integra los componentes didácticos, es decir, los objetivos, los contenidos, los métodos/actividades, los medios y la evaluación para la elaboración de secuencias didácticas. En actividades anteriores se han descrito los enfoques teóricos desde los cuales se vienen trabajando las competencias (funcionalista, cognitivo, constructivista, complejo y la modificabilidad cognitiva), tratando de relacionar la esencia de la construcción de módulos formativos (Presentación formal y conceptual a través de objetivos, los propósitos valorales, cognitivos y curriculares, la enunciación de las competencias generales, específicas y particulares, la definición de la red conceptual, el desarrollo de unidades de aprendizaje y del producto integrador global de todo el programa), y reconociendo el desarrollo de capacidades, actitudes y valores, la teoría de la modificabilidad cognitiva puede explicar más a profundidad la perspectiva del trabajo curricular.

Retomando la afirmación de Feuerstein de que “la inteligencia es el poder de cambiar, la capacidad del individuo de beneficiarse de la experiencia para su adaptación a nuevas situaciones, adecuando su comportamiento o actuando sobre su medio. Si el medio le exige, este poder va a aparecer, como una semilla en el medio del desierto que se riega como una gota de agua que la hace volver a florecer. Si el medio no le exige nada, esta potencia se atrofia” El trabajo curricular desde las competencias le exige la resolución de problemas nuevos, en contextos situados, la movilización de saberes, promueve la autonomía, la reflexión y el desarrollo de habilidades que le permitirán que sus estructuras sean flexibles y adaptables al cambio.

Teniendo como antecedente lo ya descrito toca ahora intentar encontrar las expectativas sobre cómo el currículo requiere que trabajemos los docentes. Refiriendo la experiencia personal considero necesario mencionar algunas observaciones al respecto. El plan de estudio implementado en 1993 es el parte aguas de una propuesta diferente de entender la educación, contemplando que en ese momento se trabajaba principalmente desde una mezcolanza entre escuela tradicional y la tecnología educativa, el plan de estudios le solicitaba al docente que organizara la enseñanza y el aprendizaje de los contenidos básicos para que adquirieran y desarrollaran habilidades intelectuales para la lectura, la escritura, la expresión oral, la búsqueda y selección de información, además de la aplicación de las matemáticas a la realidad de manera que le permitieran a los alumnos aprender permanentemente y con independencia, actuar con eficacia e iniciativa en las cuestiones de la vida diaria. La organización del plan de estudios asignaba más del 50 por ciento a español y matemáticas, el énfasis central era propiciar que los alumnos desarrollaran su capacidad de comunicación en la lengua hablada y escrita, se continuaba sobre el abordaje de contenidos procurando abordarlos por completo a lo largo del ciclo escolar, el docente continúa en gran medida con el protagonismo dentro del salón de clases

Por otra parte, en 2009 se ejecuta una etapa de prueba en el programa de estudios de educación primaria en primero y sexto grados. Establece que el docente desarrolle tres elementos sustantivos, la diversidad y la interculturalidad, el énfasis en el desarrollo de competencias y la incorporación de temas transversales. Se tiene la encomienda de integrar el enfoque y los contenidos por medio de cuatro campos formativos: lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y comprensión del mundo natural y social, y desarrollo personal para la convivencia. Las secuencias didácticas deben contribuir al logro del perfil de egreso por medio de las competencias para el aprendizaje permanente, competencias para el manejo de la información, competencias para el manejo de situaciones, competencias para la convivencia y competencias para la vida en sociedad. El enfoque desde las competencias se norma de manera abierta, el docente toma un nuevo rol reflexionando desde la experiencia propia.

Las exigencias van cambiando gradualmente pero asumirlas es un proceso que requiere reeducarnos, poco a poco se viene implementado y en primarias para el siguiente ciclo escolar se anexan segundo y quinto grado faltando tercero y cuarto. Se genera una necesidad de actualización permanente y en eso nos encontramos los que sentimos la responsabilidad de asumir el cambio y elevar la calidad de la profesión.

Nos encontramos frente a una etapa de cambio que genera conflictos cognitivos, el proceso de asunción de la reforma debe corresponder a un orden epistemológico que nos orille a su comprensión, estábamos acostumbrados a los resultados, en ello creamos una dependencia implícita en el hecho de que las actividades de actualización daban como recetas actividades e instrumentos de planeación, ahora que se exige el diseño y la creación nos encontramos con dificultades formativas que en ocasiones por el desconocimiento de las implicaciones reales del enfoque, ha generado renuencia y temor al cambio. Bajo el cobijo de los enfoques y la experiencia particular de cada maestro es menester recuperar o implementar de ser el caso, una visión holística de la práctica docente, pensar y repensar la acción educativa, asumir el compromiso social del quehacer docente y atender las necesidades contextuales de nuestros alumnos, para lograrlo es necesario dominio teórico, pericia metodológica, habilidad para el diseño de ambientes de aprendizaje y la formación de las competencias docentes que nos den la calidad moral para poder exigirlas en los alumnos, así como las herramientas necesarias para desarrollarlas.

El currículum desde lo modular permite desarrollar transversalmente competencias para la comprensión bajo los criterios de Eliott y la solución de situaciones complejas, teniendo en claro el nuevo rol del docente, las competencias, sus atributos, sus clasificaciones, el enfoque formativo de la evaluación y la implementación actividades integradoras. Como ya en escritos anteriores lo he comentado no me puedo ubicar dentro de una perspectiva definida pero en la práctica trato de integrar la reforma y lo que ella implica.